viernes, 3 de diciembre de 2010

Líder de la manada

Muchas veces he sospechado que no soy la líder de la manada. Vigilo comportamientos y actitudes de los perros y del gato, dispuesta a saltar como una leona y dejar claro que yo soy la que llevo la batuta en esta casa. ¡Qué candidez!
Esta mañana, el gato estaba un poco pesado, maullaba para que le abriera la puerta e ir a la calle, después para entrar, volver a salir... y yo delante del ordenador, ocupada en mis "serios asuntos". Mareada de tanto vaivén, he decidido no hacerle ni caso. Él con toda tranquilidad, se ha subido a la mesa,  colocado entre la pantalla del ordenador y mi rostro. He resoplado. De repente, siento un calorcito  que desciende por mi semblante... increíble... ¡me ha meado a la cara!
Ahora ya sé con seguridad que soy la última en la escala jerárquica.

2 comentarios:

  1. Jajaja ten cuidado! Cualquier dia te veo en la calle porque te han echado de casa...

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja. muy bueno...cuando te confías pensando que por fín ocupas el papel de lider de la manada...va Pintxito y te baja hasta el último eslabón de la cadena familiar...una meada ha sido suficiente para tirar por tierra toda una filosofía de liderazgo!!!!!!aquí le querría ver a Cesar Millán!!!jajaja.
    Yo ya lo asumí cuando un día me ví sentada en la cama de Valentina pq el sofá se lo habían repartido entre las dos....en ese preciso momento comprendí que había perdido todo privilegio adquirido después de años de trabajo....nada, lo confieso: soy la última mona de casa!!!!!muxus amatxu

    ResponderEliminar