lunes, 13 de junio de 2011

Tres encuentros

En apenas un mes hemos participado en tres encuentros con la Asociación Galgos 112 y Galgo Leku. No puedo evitarlo, cada vez que veo galgos felices, con sus familias de acogida o adoptiva, me emociono. Son tan especiales, tan sensibles, destilan paz y ternura por todos sus huesos a pesar de haber conocido muchos de ellos el horror.
Y personas que están implicadas en el rescate, recuperación y socialización de estos animales, personas que sienten el dolor del maltrato como si ellas lo sufrieran, personas que dedican su tiempo libre y su dinero para difundir la situación que viven estos maravillosos morritos largos, luchadores y agradecidos.
Con lágrimas en los ojos me contaba una de estas personas cómo llegan algunos a su casa, con la mirada triste y vacía, esperando la muerte resignados, no se dejan acariciar, tiemblan de miedo, ven la mano humana como instrumento golpeador; después de unos días empiezan a mover la cola de alegría, surge la confianza en el ser humano, sienten  las caricias por primera vez en su vida. Mira, al recordar, se me ponen los pelos de punta, decía y me muestra la piel de gallina de sus brazos. La timidez me impide abrazarla y expresarla mi admiración.
Gracias a esta gente he conocido a mis perrilargos. Gracias a esta gente surge en mí el compromiso hacia estos animales.







viernes, 10 de junio de 2011

Mientras trabajo


Lira, desde aquí vemos al colega que nos reta cuando pasamos por su territorio.
 Yo, me voy a echar una siestecita matutina -dice Lira
Ahí está.
Le podemos insultar, ehhh, no te mereces respirar el mismo aire que nosotros, ¡gilipollas!
Tortugaaaa y encima feo y gordo, ¡alcornoqueeeee!

No contesta, le he acojonao, a partir de ahora ni te va a mirar, Lira




 Eh, ¿qué haces? ¿te vas a chivar a mi mami?


 Está bien,  otra represión más, me echaré al lado de mi Lirita a dormir un rato. Seguiré despotricando en otro momento.

martes, 7 de junio de 2011

Batalla campal en el baño

Neska, una dulce viejita de menos de siete kg de peso, pronto cumplirá  diecinueve años, ciega y sorda, duerme plácidamente durante toda la noche y casi todo el día, se transforma en una fiera salvaje cuando intento bañarla, cortarle el pelo o asearla un poco. Siempre retraso ese momento, sé que lo pasa mal, pero parecía una perrita abandonada, llena de nudos. Así que me he pertrechado en el cuarto de baño, armada con todos los utensilios, la he bañado y cortado el pelo. Al final de la batalla, creo que hemos quedado empatadas, ella trasquilada y muy mosqueada, el cuarto de baño inundado, pelos esparcidos hasta el techo y yo, empapada, sudando y sin ningún mordisco.

viernes, 3 de junio de 2011

Lira antes de la carrera


Mientras Lira reflexionaba sobre la estrategia a seguir en la carrera, Lagun estaba muy nervioso, gruñía a todos los canes que se acercaban a ella, bueno, si eran más grandes y fuertes que él, se refugiaba con disimulo entre mis piernas.