El cuarto

Cuando fui a recoger a Pixka a la casa de acogida, vi una galga negra, preciosa, tranquila, majestuosa, muy obediente. Así me interesé por los galgos y me enteré del brutal maltrato y abandono que sufren en este país. No me lo podía quitar de la cabeza, sentí la necesidad de hacer algo. Las otras son viejitas, pensé, un galguito  me acompañará a correr por los montes.

Así llegó Lagun. Cuando lo adopté estaba enfermo y además era muy joven para trotar con él. Tuve que esperar cuatro meses. Mereció la pena ver cómo se recuperaba día a día.

Más incorporaciones

A un amigo le regalaron una yorkshire. Tenía dos meses y como todo cachorro meaba por todos los rincones y a todas horas.  Me pidió que me quedara con ella hasta que aprendiera a hacer sus necesidades fuera de casa. Acepté. Ella tenía un fuerte caracter, pero Neska y Txuri la aceptaron bien. A pesar de que vivía conmigo cada vez que venía a  casa su dueño, ella pasaba de mí, y no se separaba de él, intuía que nuestra compañía era pasajera. A mí me costaba separarme de ella y él con verla de vez en cuando se conformaba, se quedó más tiempo del esperado con nosotras. Neska se iba haciendo viejita y perdiendo facultades, Txispa aprovechó esta decadencia y la atacaba continuamente. Después de cuatro años, para que tuviera una vejez más tranquila la abuelita, el amigo decidió llevarse a Txispa. Pasado un tiempo tuvo un descuido,  la atropelló un coche y murió en el momento. Un drama. Yo sentía cierto grado de culpabilidad.
Mientras tanto, a Txuri se le descubrió un tumor, Neska muy vieja y con el corazón renqueando. Sentía que me iba a quedar sin ninguna y no podía concebir la existencia sin un perro a mi lado.
Visitaba páginas de protectoras de animales y vi una perrita ya mayor pero era igual que Txispa: Pixka. La adopté. La habían utilizado para la cría, estaba con tumores y una hernia, ya no les servía y la dejaron tirada.
Por suerte, Txuri superó la intervención, Neska mantiene  su vejez y Pixka , ahora, sin hernias ni tumores.
Van tres perros.

Txuri

Una compañera de trabajo tenía una pareja de perros pastores catalanes. Estaban sin esterilizar y la hembra en todos los celos tenía crías, después se agobiaba porque no sabía dónde colocarlas. Me quedé con una: Txuri.  Neska la ignoró, ni la miraba, hasta que la aceptó como compañera de juegos. Txuri, era un demonio, arrasaba con todo. Se le pasó la locura de cachorro y se convirtió en una perrita excelente, buena, cariñosa, obediente y le encantaba acompañarme en mis correrias atléticas.

Quería un perro... tengo cinco

Tuve que trasladarme a trabajar lejos de casa. Era la primera vez que vivía sola, echaba de menos a la familia, amigos. Me ayudó a vivir aquella  nueva etapa una perrita pequeña: Neska. Rompió mi soledad. Su tamaño era ideal, no pesaba más de cuatro kg y la podía llevar conmigo a todas las partes.

Tarde de sofá

Mal tiempo. Aprovecho para avanzar en el abriguito de Lira que tiene una paciencia infinita. Se deja probar mil veces y no protesta.

Lagun pasa media tarde viendo documentales de animales.

Txuri ha encontrado un nuevo sitio para echar la siesta: el cesto de las leñas.

Tarde de sofá y aprendiendo a disfrutar del momento como ellos lo hacen.

Lluvia

Ya tengo dos chubasqueros. Podré salir a pasear con los galgos aunque llueva, pensé.
 Llegó la lluvia, les visto, asomamos la nariz a la calle. Con la misma velocidad de salida, han vuelto a entrar en casa.
- ¡Está lloviendo! Como mucho echamos media meadita en el jardín y nada más. Ladran al unísono.
- Los impermeables os protegen, les digo.
Siguen apalancados en casa. ¿Querrán botas altas para la lluvia?

Conversación con dos franceses desconocidos para mí

Se cruza un todo terreno en nuestro paseo. Para.

- Qué perros más bonitos. Corres con ellos ¿verdad? Antes tenías uno. Ahora dos. ¿Por qué?
- Me gustan y nos necesitan. (No entiende nada)
- Una es hembra.
- Está esterilizada (digo rápidamente).
- ¡Qué pena! No pueden tener niños.

- ¿Tener niños? Con todos los galgos que hay abandonados en las perreras... Bastante crian los cazadores y después los matan, cuelgan, abandonan... Me empiezo a calentar. ¿No seréis cazadores?

- Nooo.

- (¿?) .

- ¿Sirven para la guarda?, me preguntan.

Lagun se impacienta, comienza a lloriquear. Quiere seguir el paseo y le aburre, como a mí, esta conversación sin sentido.

Tragones

Siempre he convivido con perros, como los galgos, ninguno. En muchos aspectos. Uno de ellos, son hambrientos insaciables, devoran su comida sin respirar y además son capaces de comer todo lo que pillan. Bolsas, papeles, porquerías, son insistentes basureros. Como buenos aspiradores dejan los caminos y carreteras por donde pasan libres de restos abandonados por los humanos o hervíboros.. No necesitan carretillas ni escobas, no hacen ascos a nada y son incansables tragaldabas, les voy a proponer al alcalde de mi pueblo como trabajadores del Servicio de Limpieza.

Lagun se pelea

Nos hemos encontrado con un perro pastor belga, de nombre Hator. El encuentro ha sido raro, mezcla de invitación a juego, gruñidos, no me ha dado buen rollo. Han empezado a correr, a Hator no le ha hecho mucha gracia no poder alcanzar a los galgos, les esperaba y cuando pasaban junto a él, les mordía  el lomo, el  juego ha subido de tono, hasta que se han enzarzado Lagun y Hator. Con mucho ruido, parecía que se iban a destrozar, ni un rasguño, pero me he quedado impresionada. Lira, menos mal, que se ha mantenido al margen.
Lagun, prefiero verte así.

Mirada de los galgos

Llama la atención Lagun, siempre,  mira a los ojos. Y no sólo eso, sorprende la profundidad de su mirada. Casi humana.Llena de sensibilidad, a veces interrogativa, acusadora, otras sonríe, curiosa. Lee los estados de ánimo y responde al juego de miradas.

Lira, cuando llegó no se atrevía a levantar la cabeza, esquivaba la mirada. Ha comenzado a mirar y leer en nuestros ojos.

El abriguito de Neska

El primer abriguito acabado. Para Neska, la más viejita. Tiene algunos fallos, lo he hecho como  hace Lagun, sin seguir ningún patrón ni método y además no se ha dejado probar. El próximo que haga quedará mejor.