Ahora, Lagun nada más ponerle el chubasquero se va a un rincón, intenta mimetizarse con el sofá para no salir a la calle.
-¡Sólo te lo he puesto por si acaso! ¡No llueve!
Mira para otro lado, se tapa con las patas, no me ve, no me oye.
¡Vaya invierno que nos espera!
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Por aquí Caballero piensa lo mismo y la verdad yo estoy de acuerdo con él, no hace para el paseo.
ResponderEliminarMi perra es todo lo contrario. Contra más frio, lluvia, nieve y cualquier elemento que no sea calor la activa y saca lo mejor de ella. En las carreras con charcos y lluvia es otra. Para ella el calor la deja hundida. En cuanto a mi otro perro, Brujo, mientras se pueda correr da lo mismo. He corrido con él con bastante calor, con granizo, lluvia, frio y lo que le ponga. Ha nacido para correr.
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