miércoles, 15 de septiembre de 2010

¡A ella también la silbaban!

Primero, han dado unas carreritas por la campa para desfogarse y después un paseo por el lugar de siempre.



De la vida anterior de Lira apenas sé nada. No sé cómo habrá vivido, si en un zulo, en un corral, en una caseta atada... Cuando ha llegado a mi casa ya había aprendido lo que es un sofá, los mimos y la vida familiar, gracias a una casa de acogida. Se ha adaptado con mucha facilidad al nuevo sofá, a la cama y a los compañeros humano-perrunos.



De todas formas, descubro aspectos de ella día a día. Hoy, en nuestra andadura, hemos oido tiros, ella no ha reaccionado, pero cuando un cazador ha silbado, Lira se ha quedado quieta, ha levantado las orejas y ha pegado un tirón de la correa. ¡A ella también la silbaban!

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