miércoles, 22 de septiembre de 2010

Disgusto

Ayer, después de entrenar con Lagun, fuimos a pasear Lira y Txuri; al otro lado de la carretera, un pitbull nos miraba con mucha atención, sin ladrar, y sin más cruzó la carretera y se lanzó a morder a Lira, el dueño tardó en reaccionar, yo no quería soltarla porque ella estaba muy asustada y tenía miedo de que se alejara. Hizo demostración de su genio, pero... Txuri, se sacó el collar, no sé cómo y se largó a casa. Me puse como una fiera con el dueño del perro,`porque además no es la primera vez que muerde, le recordé su responsabilidad de muy malos modos, yo estaba fuera de mí. Nos volvimos a casa, la perrita se quejaba pero no parecía tener lesiones importantes, erosiones en el lomo, las patas, la tripa, magulladuras y cojeaba levemente. Le curé, le di un analgésico. Lira marcada y mi ánimo muy malherido por lo expuestos que estamos a la inconsciencia de la gente.
Hoy, al levantarme, ha venido a saludarme moviendo la cola, ya no cojea, ni se queja de dolor, incluso, como siempre, ha intentado robar mi desayuno. Buena señal, pero el disgusto aún no se me ha pasado. Creo que a partir de ahora, voy a llevar un bastón de monte, y al primero que se acerque ¡le muelo a palos!

2 comentarios:

  1. Joooo.....amatxu....qué disgusto...¿pq siempre se ceban con los más vulnerables y nobles?lo que tengo claro es que el responsable de la actitud de la pitbull es el dueño!!!pobre pitbull también!me da pena que tenga que convivir con una persona que le potencie esa agresividad!!!dale un besazo enorme a Lira de mi parte!!!!

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  2. Pues bien hecho Mertxe, llevate el palo porque un mordisco del pibull se puede cargar a Lira, si te vuelve a ocurrir sueltala que si quiere pueda huir, atada es màs vulnerable, y cuando puedas le das de palos al dueño del perro.
    Un beso

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