Volverá el césped

Mi jardín tenía césped, llegó el tornado Lagun que arrasa con todo y se quedó convertido en un secarral o, a veces, barrizal.
Un jardinero me dijo: o perro o jardín.
Lo tengo claro, pero cabezona que soy, intento mantener de alguna forma el pequeño terreno verde, aunque sea con calvas. Poco a poco se iba recuperando. Menos dos puntos que al patilargo le encantan escarbar, planto-escarba, replanto re-escarba y siempre en el mismo sitio, en el centro de la parcela. Probé de todo, un líquido ahuyenta perros, que sólo sirve para irritarme la garganta; coloqué trastos encima, no crecía la hierba. Todo inútil. Al final, se me ocurrió colocar una valla de plástico en el suelo, deja pasar el sol y la lluvia, y Lagun no puede escarbar. De vez en cuando retiro la malla. De momento, está resurgiendo. A ver qué pasa.