martes, 31 de agosto de 2010

Lo sospechaba

Empieza la temporada de canicros. Normalmente Lagun y yo corremos solos. Se distrae con cualquier cosa, unas veces avanza, otras se queda olisqueando las hierbas. Quería probar cómo se comporta cuando hay más gente. Ha venido un amigo y le he pedido que fuera delante unos metros. Ha sido increíble, al inicio de la marcha me arrastraba, después ha tirado más suave, no se ha entretenido con nada y me ha facilitado un montón las subidas. Ahora sé cómo va a funcionar ese día. Qué mezcla de sensaciones: miedo a caerme e ilusión. El día de la carrera en la salida debo estar alerta, con la excitación sé que saldrá disparado.

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