jueves, 5 de agosto de 2010

Prevención robos indeseados


Hoy he arreglado la valla que rodea el jardín y he recordado...
Cuando vine a esta casa hace diez años, el seto que limitaba el pequeño terreno dejaba algunos huecos. Neska y Txuri pronto los descubrieron y se iban de aventuras. Un día, tardaron más de lo normal, las llamaba y no acudían. Al cabo de un rato, aparecieron contentas y orgullosas. Txuri traía en su boca medio pollo recién asado y Neska una ristra de chorizos aún envuelta en el plástico. ¡Mis perritas se habían convertido en unas ladronzuelas! Esperé todo el día con temor a que apareciera el desconocido dueño de las viandas furioso y con un bastón. No vino nadie, pero yo inmediatamente coloqué la valla. Ahora, de vez en cuando, la reviso. Quién sabe, empiezan robando un chorizo y acaban atracando un banco.

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