-Ten cuidado, son muy hábiles en robar comida.
Así me despedí del amigo que se quedaba con mis perros. Un viaje de ida y vuelta.
-Txuri ha estado muy contenta, Neska y Pixka no han comido nada y los galgos nos han birlado un plato de sopa, un trozo de queso, una barra de pan, un puñado de almendras y de ¡bellotas!
Así me recibió mi amigo al volver.
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Lo de la alambrada es un peligro, cuando corren no miran. a Caballero le costó una pata con una cicatriz desde el pie hasta la primera articulación, fue antes de estar con nosotros pero cuando le miro la pata y tras tragarse un banco entiendo lo que le pasó y me da miedo cuando le soltamos en campos que no conozco por que el pararle en plena carrera es imposible y su cicatriz está ahí de recuerdo.
ResponderEliminarY lo de la comida es también una guerra perdida, ¿alguna vez dejará de tener hambre?