martes, 7 de junio de 2011

Batalla campal en el baño

Neska, una dulce viejita de menos de siete kg de peso, pronto cumplirá  diecinueve años, ciega y sorda, duerme plácidamente durante toda la noche y casi todo el día, se transforma en una fiera salvaje cuando intento bañarla, cortarle el pelo o asearla un poco. Siempre retraso ese momento, sé que lo pasa mal, pero parecía una perrita abandonada, llena de nudos. Así que me he pertrechado en el cuarto de baño, armada con todos los utensilios, la he bañado y cortado el pelo. Al final de la batalla, creo que hemos quedado empatadas, ella trasquilada y muy mosqueada, el cuarto de baño inundado, pelos esparcidos hasta el techo y yo, empapada, sudando y sin ningún mordisco.

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