sábado, 30 de abril de 2011

Pesadilla

Me he despertado sobresaltada, en plena pesadilla. Llovía,  he dejado a los perros a unas amigas para  entrar a un supermercado a hacer compras,  desde el interior, a través de los cristales, veo que una de ellas le está dando una paliza impresionante a Lagun, él miraba angustiado, con el rabo entre las piernas,  hacia donde yo me había marchado e intentaba escapar. He salido como una fiera, ¡las he insultado! he soltado una retahila de juramentos, inexistentes en mi jerga,   con un brusco requiebro he cogido a mis canes y me he alejado indignada. ¡Adiós para siempre!
Las imágenes, en blanco y negro, menos la del maltrato que era en color y brillaba tanto que hacía daño a los ojos.
Voy a echarme una siesta, regresar al mundo onírico y  cambiar el rumbo de la alucinación.

lunes, 25 de abril de 2011

Neuronas derretidas

Mis neuronas tiemblan y se derriten cuando ven estas imágenes que ofrecen Lagun y Lira:



sábado, 23 de abril de 2011

Vacaciones: deporte y descanso

Por la mañana cuarenta cinco minutos de carrera, a mi ritmo; por la tarde dos horas de paseo. Al fondo, el monte Larrun no ha dejado de protegernos mañana y tarde.



El estiramiento, después del ejercicio físico es muy importante para no sufrir lesiones.

miércoles, 20 de abril de 2011

Lagun, informador simultáneo

Lo mejor de vivir al lado del trabajo es que, de vez en cuando, me asomo a la ventana y Lagun, el jefe de la manada, me informa de que Lira se ha comido las bolitas del gato y después ha ocupado el mejor sitio de la cama, Txuri se ha tumbado encima de la almohada que se ha caido al suelo "casualmente", Neska sigue dormida donde yo la he dejado, Pixkita, murmurando, ha hecho varios pises en el pasillo y el gato se cuelga de la única cortina que hay en la casa. Vamos, todo en orden.

domingo, 17 de abril de 2011

Liberar y atrapar

Momentos atrapados en el paseo de esta mañana, preludio de un adiós, de preparación al cambio de forma lenta,  para que la marcha no sea desgarradora. Quizás ha llegado el momento de la despedida y de la búsqueda de nuevos lugares. Nuevos caminos para explorar, rastrear, trotar y convertirlos en familiares. Nuevos aires para enriquecer nuestras vidas. Nuevos olores que impregnen nuestro cerebro. Nuevos paisajes que nos hagan estremecer y sentir que la vida corre por nuestro interior.




jueves, 14 de abril de 2011

Una duda

Conversación con un sobrino que hacía mucho tiempo que no hablaba:
- ¿Qué tal te va en tu nuevo trabajo?
- Bien-le digo, pero echo de menos mi casa y aprovecho los días que tengo libre para volver.
- ¿Y qué haces con los perros?
- Pues qué voy a hacer, he plegado los asiento traseros del coche, subo a los cinco perros y al gato y vamos y volvemos en animada biribilketa.
- ¡ Pensarán que eres la loca del barrio!


martes, 5 de abril de 2011

Fotos de Ólvega

Gracias a los acompañantes de los canicroseros que disparan una y otra vez sus cámaras, podemos tener un hermoso recuerdo.


Lagun es capaz de hacer varias cosas a la vez, aquí tira de mí, me ayuda a subir el repecho, a la vez, intenta posar para el fotógrafo.

 Al final del recorrido
Lagun observa la copa

viernes, 1 de abril de 2011

Canicross de Ólvega (Soria)

Hemos participado en la última carrera de la Liga Nacional Canicross, en Ólvega, un pueblecito de la provincia de Soria al pie del Moncayo.
El GPS nos llevó y nos ha traido de vuelta a casa, sorprende la paciencia exasperante que posee, me equivoco, recalcula y vuelve a recalcular sin alterarse una pizca. Pero...
Lira y el resto de los perros se quedaron en  casa de un familiar. Ella quería venirse con nosotros.
-No te podemos llevar, vamos a escribir  Historia en el  canicross en Ólvega -dice Lagun con voz grave.
-Yo también quiero -responde Lira, dulcemente.
Le prometí que a la próxima temporada ella también participará. Se quedó ¿conforme? Cuando llegamos al hostal Lagun y yo, me llegan noticias de que Lira está llorando.
El domingo hace frío y viento. Comienza la carrera, giramos la última calle que abandona  el pueblo y una bofetada huracanada apenas nos deja continuar, Lagun me mira y quiere abandonar, sólo hemos corrido cien metros y ya quiere ceder, le animo, poco a poco supera ese momento y comienza a tirar de mí, bien, ya estamos en el monte, camino de piedras, barro y subida mantenida de unos cinco kms.; vamos solos, desde el primer km., el resto nos ha dejado, maldigo mi ritmo caribeño, y una voz interior me dice que tengo que entrenar más, hacer series,  e intentar mejorar. Esa idea , entre resoplidos, me acompaña casi todo el recorrido. Lagun sigue tirando y no se entretiene olisqueando hierbas, hasta llegar a una zona donde hay restos fecales de oveja, el manjar preferido, un pequeño toque y sigue adelante. Llegamos a la parte más alta de la carrera y ya se ven los tejados del pueblo, otra vez la emoción del fin de la carrera. Acabamos entre aplausos, abrazo a Lagun ¡estoy orgullosa de él! Recibe montón de mimos y despierta la admiración, es el único galgo que ha participado y me sorprende cómo  llama la atención, quizá sirva para que se anime más gente a adoptar más galgos.
Hemos acabado los últimos pero ganamos en nuestra categoría, subimos dos veces al podium.
Regresamos a  casa y voy con la ilusión del reencuentro Lagun-Lira, imagino la escena, veo las carantoñas que se van a hacer. Pues no. ¡Se pelean!
-¡No habéis escrito Historia, sino un relato breve! -ladra enfadada.

El GPS nos guió por un camino y nos devolvió por otro diferente. ¿Me habrá tomado el pelo?