Taller de punto

Todos nos hemos puesto a la tarea para hacer frente al frío y cada uno crea el modelo que más le gusta

Lira y el canicross

¡Ya ha llegado el material de canicross para Lira! y lo hemos estrenado.

El otro día, Lira le enseñaba a Lagun cómo hacer estiramientos, hoy éste ha asumido la tarea de mostrarle a ella cómo hay que correr, incluso se ha concentrado más que cuando vamos solos. ¡Tenía que hacer alarde de su experiencia! Dos momentos han sido un poco arriesgados para mí: en el momento de empezar a correr, excitados, se mordían, jugando, saltaban, y se enredaban con las líneas de tiro y mis piernas. Y otro, cuando nos hemos encontrado con un rebaño de cabras, Lagun se lanzaba a por ellas y Lira pegaba tirones hacia atrás porque las tenía miedo. El resto del tiempo, han ido juntos, en paralelo, al mismo ritmo. Ella, de vez en cuando, para expresar su alegría hacía cabriolas como un caballito.

Germen del abriguito para Lira

Dos madejas de lana suave y gordita, las agujas circulares, el modelo fotografiado en una tienda de ropa para animales que voy a intentar copiar, el pecho "loco" de Lira, una complicación más a salvar en esta casi improvisación y la colaboración de Pintxito, experto en lanas.

Estiramientos

Hoy se celebra un canicross en Zaragoza. Trabajo y no he podido ir. Una pena. Mientras esperamos que llegue el material de Lira y salir a entrenar  los tres juntos, ésta le enseña a Lagun cómo hacer estiramientos y poner a tono la musculatura.

Malditos cazadores

Hay  invasión de cazadores, cada vez están más cerca, están aquí al lado. Me alegra mirar al cielo y comprobar sus fallos, me duele sospechar que algún disparo acierta. Intransitable el monte,vuelvo a casa a punto de asomar las lágrimas, a punto de ahogarme.
Lira también tiene miedo cuando los escucha tan cerca, tiembla, quiere volver a nuestro refugio.

Correr a sus anchas

Asumo el riesgo de que me den un toque o incluso  me multen. Pero no lo puedo evitar, dos mil,  tres mil hectáreas con vallas,  para que corran a lo loco mis galgos, sin peligros, son una provocación y no la  desaprovecho. Un camping de uso exclusivo para funcionarios de la red eléctrica francesa, sólo se abre en agosto, que se llena de campistas, el resto del año,  viene muy de vez en cuando alguna persona de mantenimiento.
Abro la puerta, entro en el recinto, me pongo en una esquina, casi invisible y suelto a los galgos. No tiene precio verlos correr. Cuando se han cansado, me voy como he entrado, silenciosamente, cierro la puerta y hasta la próxima. Todo queda como estaba.

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Lira ya no hace trampas para quitar a Lagun la camita, la comparten.

Lira friolera

Lira es muy friolera, por las mañanas, a primera hora cuando salimos a la calle, va temblando. A Lagun se le ha quedado pequeño el abriguito que le hice el año pasado, y a ella le queda divinamente, además no le desagrada. Ya tengo en mente otro modelo que le voy a hacer con lana más gruesa, así ya puede venir el frío que quiera.

Despedida

Los días pasaron rápido y con mucha pena nos tuvimos que despedir de este bello lugar  donde tanto han disfrutado mis perros. Y yo también.

Instinto

Al día siguiente, subimos  otro monte, iban sueltos pero comenzaron a ponerse nerviosos, olisqueaban el aire y  seguían un rastro, me dijeron que había jabalíes y otros animales. Les até. Me llevaban a rastras, esto me facilitó mucho la subida. Al llegar a una de las cimas, vimos renos que nos miraban desde lejos.

Hasta volver al valle no les dejé libres. Corrieron, escarbaron, saltaron. Son incansables.

Recuperación de los atletas

Dentro de la casa, Lira exploró todos los rincones,

 probó la camita de Pixkita, la yorkshire,

se despanzurró en el sofá al lado de Lagun, enfrente de la chimenea. Tenían que recuperar fuerzas para el siguiente paseo.

Primer día en los montes de León

Me cuesta bastante soltar a los galgos y mucho más en lugares desconocidos, pero teníamos ante nosotros un monte inmenso y les desaté.

Se pusieron a correr como locos, pero no se alejaban demasiado de mí. Me sentí más segura al ver que no se separaban el uno del otro. Uno de los juegos preferidos de Lira consistía en esconderse entre las hierbas y esperar a Lagun para atacarle.

  Tuve que meterme en un zarzal inmenso para rescatar a Lira. De repente, empezó a lloriquear, la llamaba e intentaba moverse sin conseguirlo, parecía que se había quedado enganchada. No estaba atrapada, al esforzarse en salir, se pinchaba y esperó, petrificada como una estatua, a que yo la liberara.  Las campas sin obstáculos les encanta, tienen atracción total para ellos, no se quedó ninguna sin patear a toda velocidad. Pero no miden, a más de uno les golpearon al pasar, a mí, que soy su preferida, me tiraron al suelo y mis posaderas aterrizaron bruscamente en el suelo. Sentí que Lira y Lagun se troncharon al verme desmadejada en aquel pastizal.

Cuatro días en pleno monte

Hemos pasado cuatro días en una casa rural de un pueblecito del norte de León, muy cerca de los Picos de Europa. Es un poco complicado viajar con cinco perros y ha sido posible gracias al  préstamo de una furgoneta; Neska, la perrita de casi dieciocho años, se ha quedado en manos de un ángel y el resto se ha portado muy bien.Hemos disfrutado de largas sesiones de monte, carreras por las campas y siestas de sofá-cama. Tampoco han faltado pequeños robos de comida por parte de los galgos.Los detalles más adelante.

Fantasías de un galgo adolescente

Desde que está Lira con nosotros, Lagun se ha tomado muy en serio el nuevo papel. Se preocupa por su bienestar , juega con ella, le limpia las orejas, le lame si tiene heridas, le quita las pulgas (que no tiene). Tiene otras tareas,   así que ya no hace agujeros en el jardín, no se come el sofá ni me manga los chicles del bolso.

Lira, en cambio, ha cogido confianza, llega a todos los sitios, roba todo lo que puede y mientras estoy fuera las lía pardas.

Ayer, fuimos a correr Lagun y yo,  dejé una caja de leche  en el mostrador, al volver me encontré en el suelo de la sala de estar repartidos por todo lo ancho y largo  una maraña de hilos, lanas, labores de punto a medio hacer, botones, bolsas de plástico deshechas... todo ello empapado en leche desnatada. Las perritas viejillas dándose un botín ¡esto es una fiesta!
Una crisis histérica ¿para qué?
¡Lira, esto no se hace!

Las trampas de Lira

Lira, modosita y tímida, siempre consigue lo que quiere.

Todos comparten las camitas y el sofá, pero de vez en cuando a Lira se le antoja el puf donde en ese momento está durmiendo Lagun.Y sabe cómo conseguirlo sin provocar ninguna trifulca.

Se acerca y le invita al juego, éste que está dispuesto siempre,  responde a la invitación, se levanta y rápidamente

Lira se tumba en el lugar que ella quería Ya ha perdido interés en el juego.

Estrategia de paseo

Con cinco perros, tengo que hacer verdaderos planes de estrategia a la hora de sacarles a pasear.
Txuri, no quiere salir con Lagun, éste nos lleva a rastras y, además no quiere paseos largos.
A Lira, le da igual, pero desde que le han mordido prefiere salir con Lagun.

Pixkita no admite pasar de la esquina, cuando llegamos ahí se da media vuelta  y tira como una leona de la correa.

A Neska sólo la puedo sacar con Txuri o con Pixka, pero depende de las condiciones meteorológicas, si llueve, hace demasiado calor o demasiado frío,  la dejo que salga al jardín.

Las parejas, normalmente, están formadas: Lagun-Lira y el trío Txuri-Pixka-Neska. Pero se desestabiliza cuando salgo a correr sólo con Lagun. ¡Un lío!

¡La solución! Lira está ganando peso, le voy a comprar un arnés y sacaré a los dos galgos juntos a correr.